Todo lo que no he dado otras veces.

- Te he tenido de mil maneras diferentes. Te he tenido enmarcada en una colcha, destilándote en mil gotas de sudor para dejar tu huella en mi cama. Más que verte te he sentido pegada a mi cuerpo, usando mi piel para recortar tu perfil, como si quisieses hacer uno de esos retratos de sombras. Te he visto elevarte sobre mi, proyectándote sobre un techo infinito, desafiando con tu cuerpo a una oscuridad repleta de guitarras. Y a pesar de todo esto, nunca te he visto desnuda.
- Claro que sí. Tú y yo nunca hemos follado vestidos.
- Yo no estoy hablando de ropa.

Bueno… pues me gustas porque eres divertida, porque cuando te ríes se te forman hoyuelos, y tus sonrisas nunca son de mentira. Me gustas porque por mucho frío que haga el interior de tu pelo siempre está caliente, porque cuando me acuesto con cualquiera siempre hay un instante en el que echo de menos poder hundir la cara en tu melena. Me gustan tus ojos porque siempre brillan húmedos, y me gustan porque tienes las pestañas más largas que he visto nunca. Me gusta el pozo que dejan tus clavículas, y el recuerdo de los huesos de tus caderas te ha llamado alguna vez por mí. Me gusta el tacto de tu piel, el crujido de tus venas bajo mis dientes. Me gustas porque te quedas quieta delante de mí, esperando, con los labios entreabiertos, a que te destroce la boca a mordiscos. Me gusta recordar la primera vez que sentí tu piel desnuda contra la mía, el miedo atroz a morir abrasado que me atenazó durante un segundo. Me gustan tus manos, saber que por muy cortas que lleves las uñas al día siguiente tendré un arañazo, y me gusta buscarlo retorciéndome entre dos espejos. Me gustas porque tienes el olor de un sueño, pero me basta con alargar la mano para comprobar que tu tacto es de vigilia. Me gusta saber que estás tan pendiente de que yo no crea que estás enamorada de mí que, aunque tengas los ojos más húmedos que he visto nunca, preferirías cualquier cosa antes que dejar caer esa lágrima

.http://www.youtube.com/watch?v=xf1qyv0m0oU

   ...Hasta que en una de estas nos reventemos el cielo del paladar...

Olor a sol

Despertarme a medianoche empapada de sudor, mirar de reojo y ver que en mi almohada sigues siendo ausencia. Levantarme descalza, con la boca seca y el cuerpo resbaladizo, maldiciendo la calorina espantosa que hace que mis sábanas pesen casi tanto como tu cuerpo. Irme a la cocina a beberme agua helada que me congele un rato por dentro. Devolver la jarra a su sitio, y una vez más de reojo, como se miran las verdades que por dolorosas nos gusta conocer, mirar el fondo de la última repisa. Ver que ahí, detrás de los restos de una jarra de sangría y de tres o cuatro pedazos de escabeche, siguen las seis cucharadas soperas de lágrimas que te dediqué una noche. Embotelladas y en el lugar más frío, para que nunca más puedan quemarme la boca a navajazos. Ver que siguen teniendo el color de una piedra caliente y desgastada. Ver que, por mucho que las llorase de madrugada, siguen oliendo a sol.

  "Ella le miró con esa sonrisa odiosa que quería decir yo sé que tú sabes que yo sé que follas con otras, y tú sabes que yo sé que tú sabes que follo con otros, y mira qué bien, qué estupendos y qué perversos, y qué maduros somos, y qué bien nos los pasamos, y él sintió un deseo repentino, brutal, de partirle la cara de una hostia".

Bebe una cerveza y dibújame los labios con la espuma que te sobre. Hazlo como quieras, pero consigue que sólo sea necesario tu nombre, ni siquiera tu presencia, para reventarme a hostias por dentro. Tatúame con los dientes, quédate con mi piel para siempre. Fúmate un cigarrillo, traga el humo y vacía tus pulmones en mi boca. Mírame, helada, despeinada y sonriente, con los ojos brillantes y las pestañas escarchadas . Atrapa mi cuerpo y lánzame sobre una pared con tanta fueza que oigas crujir cada uno de mis huesos. Toma mi mano, enlaza tus dedos con los míos y estámpanos sobre esa pared, donde sólo sean ellas, nuestras manos, las que no se muevan.

 ... Cuando le contaba a tus ojos que podían disolverme el corazón con un solo pestañeo...