domingo, 1 de marzo de 2009
"Ella le miró con esa sonrisa odiosa que quería decir yo sé que tú sabes que yo sé que follas con otras, y tú sabes que yo sé que tú sabes que follo con otros, y mira qué bien, qué estupendos y qué perversos, y qué maduros somos, y qué bien nos los pasamos, y él sintió un deseo repentino, brutal, de partirle la cara de una hostia".
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